Señores políticos con “hambre de alcaldía”, con la “comida no se juega”
Sigue la puja por la alcaldía de Bogotá y en medio de esta voraz guerra pre electoral, los comedores comunitarios se constituyen en el conejillo de indias para golpear no sólo al alcalde, sino a una política pública que gracias al incrementado de la inversión pública en un 320% y la ampliación de la cobertura de un 340%, está beneficiando a más de 100 mil personas al día.
Pero nada de eso hace noticia, ni es suficiente para la oposición. Es ilógico que no se reconozca que durante la ejecución de este programa no se haya presentado un solo caso de intoxicación, o que la Universidad Nacional Abierta y a Distancia, UNAD, organismo que realiza la interventoria, haya comprobado, luego de haber realizado análisis microbiológicos, que no se han presentado factores de contaminación en los alimentos que se reciben, almacenan y procesan al interior de los Comedores Comunitarios.
Es claro que quieren pescar en rio revuelto, en donde otros problemas como la contratación lo utilizan para eliminar proyectos sociales que dentro de la lógica neoliberal o la visión electorera y asistencialista de “familias en acción”, no les conviene a quienes piensan sustituir al alcalde. No de otra forma se explica que desconozcan los avances de todos los operadores, en su gran mayoría organizaciones sociales de base, para adecuar las instalaciones, y acceder a las capacitaciones de Buenas Prácticas de Manufactura, dedicando sus esfuerzos para mejorar los procesos, que les permite garantizar el derecho a la alimentación en mejores condiciones de calidad.
Es ante los continuos golpes al programa de Comedores Comunitarios, que nosotras, las mujeres que trabajamos y operamos los Comedores Comunitarios, no podemos guardar silencio. Como mujeres organizadas no sólo defendemos el programa, sino sobre todo su carácter democrático que ha logrado vincular a las organizaciones sociales de base como operadores y a la comunidad desde un enfoque de derechos a través de la inclusión social.
Como mujeres cabeza de hogar que conocemos de primera mano las deficiencias alimentarias de nuestros niños y niñas, y como emprendedoras que desde nuestra diaria labor aportamos a la seguridad alimentaria de nuestros hogares, reconocemos el papel que ha cumplido el programa para mejorar la condición nutricional y aliviar la carga de la canasta familiar.
Por lo anterior rechazamos enfáticamente los ataques infundados de la oposición encabezados por el partido de la U y llamamos a todas las familias que acceden a este derecho, a toda la comunidad de Bosa, y principalmente a las mujeres a salir a la calle para defender el derecho a la alimentación como parte de una vida digna.
Nota: Como operarias reconocemos que el programa debe mejorar y continuar con el mismo carácter así haya o no alcalde del PDA, pero eso no justifica el “hambre de alcaldía” de los politiqueros de turno a quienes les decimos: “señores, con la comida no se juega”
Asociación de la Mujer Democrática de Bosa-MODEP
Asociación Comunitaria Nueva Esperanza- Operador de Comedores Comunitarios.
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